miércoles, 2 de enero de 2008

20 soldaditos


Tengo que confesar una cosa, estoy perdiendo fuerza de voluntad. La idea de dejar de fumar para comienzos de año, ha perdurado apenas unas horas. A las seis y media de la tarde tras subirme por las paredes y ensuciar el gotelé, cedí ante el pequeño orgasmo que supone el encendido de un cigarrillo. Quiero alegar en mi defensa, que esta vez la promesa de abandonar el tabaco no fue tan firme como en otras ocasiones, debido mas a la costumbre de intentarlo cada año, que a la propia convicción. Por ello a pesar de los reiterados esfuerzos del gobierno, del consabido "fumar perjudica gravemente la salud", de las cantinelas de los exfumadores, de los parches, de los libros de autoayuda y del coño de la Bernarda, lo cierto es, que abandonar el tabaco es mas jodido que dejar una relación, un trabajo o un Madrid-Barça en el descanso.
Los fumadores conocemos de sobra cuales son los "inconvenientes" de fumar, mal sabor de boca, perdida de olfato, gasto ingente de dinero, enfermedades incurables... la pandemia del siglo XX y de este siglo tiene su propio dueño. Somos víctimas de un pequeño pelotón de 20 soldaditos pertenecientes al todopoderoso ejército de Phillips Morris, dueño de millones de pulmones en todo el planeta. Esperemos que el fin del mundo no me pille fumando.

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